Sediento
Hoy estaba sediento, y por apresurar el refresco bebí de la nostalgia, y era dulce a pesar de cierto resabio, y di cuenta que estaba hecha de tu nombre, y entonces a fuego lento, intoxique el alma con tus letras, desde tus opacas victorias hasta tus colosales yerros y todas las letras de que entre medio éstas hecha y deshecha.