Te busco
Te busco en esta vida no sólo para perderme en tus ojos y en tu boca mi vida se vaya poco a poco, te busco para gritarle al mundo que te amo, que eres lo más extraordinario y que aunque yo por ti pudiera dar la vida, tú jamás lo pedirías, que prefieres morir antes que verme por ti sufrir, pero eso tan poco te desagradaría oír, y una tímida sonrisa me esconderías y pensarías que tu mano de la mía jamás querrías soltar y que con una molesta seguridad, a los ojos me dirías “sé que tú nunca me lastimarás”.
Te busco para acariciar tu rostro que para mi será lo más hermoso del mundo, no importando si estás recién lavada o con el maquillaje corrido de tanto llorar por algo que en el momento no me querrás contar.
Te busco para refugiarme en tus brazos y al fin poder soltar esas ganas de llorar que a veces me asolan de la nada, al ver que la vida no es nada de lo que esperaba, y estarás ahí, para decirme que estás conmigo y no dejarás de abrazarme jamás.
Te busco para desnudarme contigo en medio de la oscuridad, y sabrás que en mi también hay inseguridad, y con los ojos cerrados veré tu cuerpo desnudo, imperfecto para ti, pero lo más sublime que mis manos podrán tocar, y te darás cuenta que nunca busqué sólo sexo contigo, que yo buscaba unirme a ti.
Te busco para escribirte, ¡porque quiero hacerlo!, por el placer de desnudar mi alma para ti, aunque haya descubierto que con poemas no se puede conquistar a nadie, y quizá tampoco a ti, pero entenderás lo que siento y mientras pienso que escribirte vendrás a besarme en la mejilla y eso me hará llorar de felicidad, y que aunque al escribirte use palabras bonitas, soy mal hablado y me regañarás, pero al final, lo entenderás.
Te busco y cuando te encuentre verás que soy un torpe social, que nunca he entendido de indirectas por más que tuviera una mano cerca de la mía esperando ser tomada, y que esa torpeza y el miedo de mi tonta inseguridad a pesar de mi edad, me han hecho creer que a alguien como tú no le puedo agradar, que es por eso que muchas oportunidades con otras mujeres se han escapado, y es por eso esta larga soledad; pero tú, tú entenderás y te acercarás y me dirás lo tonto que soy, que claramente viste que me gustabas y que ahora estás ahí, para mí.
Te busco y cuando me encuentres, sabrás que no buscaré curar tu heridas, y en cambio las sabré apreciar, porque cada cicatriz que tu alma porta te llevó a ser lo que eres, y que yo, jamás buscaría cambiarte.
Cuando te busque y me encuentres, tendrás miedo, porque quizá no seré lo que imaginabas, ni lo que buscabas, pero sabrás quién soy, y verás como puedo amar y las dudas se disiparan, sabrás que conmigo podrás contar, que tu dignidad para mi será importante y que no la tocaré, pero tampoco dejaré que nadie más se atreva a dañarla, cuando vengas y me encuentres, cuando me veas llorar, descubrirás que no pretendo hacerme el fuerte y no tengo miedo de demostrar mi debilidad.
Y te busco para decirte que aunque me guste tu cara, tus piernas, tus ojos en los que quiero perderme, tus manos que no voy a soltar y tu espalda que quiero besar, te busco porque más que ello será tu alma, tu corazón, tu amabilidad, tu enojo por las injusticias, tu ira, tu llano, tu extraordinaria forma de pensar, y sabrás que me gustas en tu totalidad, que serás mi catedral, mi pozo, mi prisión, mi hogar.
Te busco, y mientras busco y espero, te escribo esto sin dejar de temblar.
Te busco, ven, déjate encontrar, porque cuando te hagas presente, voy a abrazar tu llanto, tus miedos, tu inseguridad, tu risa, tu felicidad, tus defectos, tus virtudes, abrazaré tu pasado y tu presente, porque todo es parte de ti, y todo es lo que te quiero abrazar, ven, déjate encontrar.