¡Vi un dragón!

¡Vi un dragón!

¡Vi un dragón surcando el cielo, lo juro! Y fue verdad, era un dragón como Falcón, de “La historia sin fin”, aunque este era negro, pero al igual que él, serpenteaba majestuosamente el cielo en la lejanía, yo iba en el autobús, pero lo miré con una inmensa alegría y asombro, no podía creer que un ser del mundo de la fantasía se hiciera presente.

En ese instante sentí mi cara sonreír de felicidad y mi cuerpo se estremeció de júbilo, y mientras el autobús avanzaba, descubrí que aquel dragón negro que surcaba el cielo, era tan sólo un papalote que volaba un niño. ¡Ah! pero esa emoción de haber creído ver lo imposible aun hoy me estremece, porque al final de cuentas: ¡Vi un dragón, lo juro!

Imagen por: cocoparisienne de Pixabay